Los amuletos más utilizados en Japón

Los amuletos más utilizados en Japón

En Japón hay cientos de amuletos , talismanes y amuletos de la buena suerte, que varían según la región, el dios al que hacen referencia, la creencia y el ámbito de la vida al que afectan (salud, felicidad, suerte, amor, riqueza, éxito...). Estos amuletos de la buena suerte se llaman engimono en japonés. La gran mayoría de los japoneses creen en la buena (y mala) suerte, y muchas personas tienen uno o más engimono. Estos talismanes suelen comprarse en templos y santuarios. El mejor momento para comprar uno es poco después del Año Nuevo, para asegurar buena fortuna y buena suerte para el año que comienza. Lo creas o no, los amuletos de la suerte japoneses también son un souvenir estupendo para traer de tus viajes. En este artículo presentamos los nueve amuletos de la suerte japoneses más populares (tanto para japoneses como para turistas).

Maneki Neko, el gato de la suerte

maneki neko

El maneki neko es una figurita que representa a un gato sonriente, sentado de espaldas y con una o las dos patas delanteras levantadas por encima de la oreja. Algunos tienen una pata articulada que se balancea hacia delante y hacia atrás. Para los japoneses, el gesto de este gesto invita a la gente a acercarse a ellos, aunque los occidentales lo verían más como un gesto de despedida. De hecho, el término "maneki neko" puede traducirse como "el gato que invita".

comprar un maneki neko

Este gato de la suerte japonés tiene fama de traer suerte, buena fortuna y felicidad a su dueño. En Japón, se coloca a la entrada de tiendas y negocios para atraer a los clientes. Hay muchas leyendas relacionadas con el maneki neko que hablan de su origen e historia.

Daruma, el símbolo de la perseverancia

daruma

El daruma es una figura redonda de cartón piedra con unos ojos grandes y bien abiertos, un bigote imponente, cejas espesas y una expresión facial muy intensa. Suelen ser de color rojo, pero ahora se pueden encontrar en varios colores. El daruma es el amuleto japonés de la buena suerte que te ayudará a cumplir tu deseo más querido.

Cuando compramos un daruma, viene con los ojos vacíos, sin iris. El primer paso será pintar el primer ojo mientras formulamos nuestro deseo u objetivo. Éste debe ser realizable, porque el daruma no puede hacer milagros. A continuación, colocamos la figurita en un lugar destacado de la casa, de modo que podamos verla todos los días. Su presencia física nos recordará el objetivo que nos hemos marcado y nos animará a pasar a la acción. Una vez alcanzado el objetivo, pasamos a pintar el segundo ojo.

comprar un darumaPero, ¿de dónde viene este muñeco sin brazos ni piernas? La extraña historia del Daruma está relacionada con la del monje Bodhidharma, el fundador del budismo zen en Japón, quien pasó nueve largos años meditando, sin moverse ni dormir, hasta que perdió sus extremidades.

Omamori, el amuleto protector

omamori

Un omamori tiene la forma de una bolsita hecha de tela (tejido de seda bordado) colorida y decorada. Esta bolsita contiene generalmente un talismán o un trozo de papel en el que se escribe una oración junto con el nombre del dios que se supone que nos va a proteger. Una vez cerrada, no debe volver a abrirse, o su poder se puede revertir y atraer la mala suerte.
comprar un omamori

Los omamori son amuletos protectores muy poderosos. Las inscripciones en kanji bordadas en la bolsita indican el ámbito de la vida en el que el amuleto es eficaz: suerte, amor, salud, dinero, éxito académico y muchos otros. Para beneficiarse de la protección de este amuleto japonés, es aconsejable llevarlo siempre encima. Algunas personas lo llevan en la cartera, mientras que otras lo utilizan como llavero. En Japón, este amuleto de la suerte puede comprarse en la mayoría de los santuarios y templos budistas.

Omikuji, el papel que predice nuestro futuro

omikuji(Fuente: japanda.fr)

Un omikuji es una pequeña tira de papel en la que se escribe un buen o mal deseo. En japonés, el término omikuji significa "cumplir la voluntad de Dios". Antiguamente, era costumbre pedir consejo a los dioses antes de tomar una decisión importante, y este trozo de papel, escrito al azar, servía como mensaje divino. Hoy en día, los omikuji se escriben principalmente durante la primera visita del año al templo o santuario. Basta con dar una pequeña ofrenda (de 100 a 200 yenes) para extraer una varilla al azar que lleva escrita un número que corresponde a un cajón. Al abrir el cajón aparece un papel enrollado con la predicción escrita. Si es una bendición, puedes guardar este trozo de papel en tu cartera. Si, por el contrario, es una maldición, puedes atar la tira de papel alrededor de una rama de pino o en un alambre dentro del santuario para que la mala suerte no te persiga fuera.

Ema, la placa de madera que concede deseos

ema

Si tienes la suerte de visitar un santuario sintoísta en Japón, seguro que verás muchas pequeñas placas de madera colgadas de la pared, con un dibujo en una cara y un deseo en la otra. Estas placas de madera se llaman ema y se utilizan para escribir un deseo y mostrarlo públicamente con la esperanza de que lo lea el kami -o deidad sintoísta- que reside en el santuario. Cualquiera puede escribir el deseo que desee. Hay deseos de protección familiar, buena salud, prosperidad en los negocios o buena suerte en el amor. En época de exámenes, muchos estudiantes acuden a uno de los santuarios dedicados al dios de los estudios para escribir su deseo de éxito en los exámenes en un ema.

Senbazuru, la guirnalda de mil grullas de origami

senbazuru

Senbazuru es una guirnalda formada por 1.000 origamis con forma de grulla, unidas por un hilo. Los orígenes de este amuleto de la suerte se remontan a una antigua leyenda japonesa, que cuenta que "quien sea capaz de hacer 1.000 grullas de origami verá cumplido su deseo más querido". En general, es un deseo de curación, salud y larga vida. La grulla es un ave de buen presagio en Japón y un símbolo de longevidad, se dice que "la grulla puede vivir hasta 1.000 años". El senbazuru se suele regalar a alguien enfermo para desearle lo mejor, o en una boda o nacimiento para desear una larga vida llena de felicidad.

Koinobori, la carpa de la suerte de los niños

koinobori

En japonés, el término koinobori significa "bandera de carpa" y es una cometa de viento con forma de carpa koi. Este colorido pez es símbolo de fuerza, valor, perseverancia, éxito y virilidad en Japón. Cuenta la leyenda china que la carpa koi, tras remontar a nado el río Amarillo, se transforma en dragón antes de surcar los cielos.

Los koinobori se izan en lo alto de un palo de bambú durante el festival nacional Kodomo no hi, que se celebra todos los años el 5 de mayo. Aunque el nombre de este festival puede traducirse como "día de los niños", es más exactamente una celebración dedicada a todos los hombres del país (las mujeres también tienen su propio festival el 3 de marzo, conocido como Hina matsuri). Durante este día festivo, las familias con uno o más niños hacen ondear koinobori delante de sus casas para rendir homenaje a la fuerza y perseverancia de la carpa, dos cualidades muy apreciadas por los hombres.

En el extremo del palo de bambú se suelen colocar varios koinobori. La primera carpa, de color negro, es la más grande y representa al padre. La segunda es roja y representa a la madre. Por último, cada hijo de la familia está simbolizado por una carpa más pequeña.

Shichi fukujins, los siete dioses de la suerte

7 dioses de la suerte

Los Shichi fukujins son las siete deidades de la suerte, la felicidad y la buena fortuna. Si analizamos el término, veremos que shichi significa "siete", fuku "suerte" y jin "dios". En Japón, el número 7 se asocia a la buena suerte, y estas deidades simbolizan las siete virtudes del ser humano: longevidad, honradez, indulgencia, dignidad, amabilidad, popularidad y oportunidad. A menudo se les representa a bordo de un barco conocido como el Takarabune, el barco del tesoro.

Durante la Nochevieja japonesa, estos siete dioses de la suerte descienden a la Tierra a bordo del Takarabune para recompensar a los más merecedores con el poder de la suerte y la felicidad para el año venidero.

  • Hotei (布袋): dios de la abundancia, la plenitud y la satisfacción. A menudo se le confunde en Occidente con Buda ya que tiene una gran sonrisa y barriga.
  • Daikokuten (大黒天): dios de la riqueza, la prosperidad y el comercio. Se le representa con una cara redonda y sonriente, una barriga con forma de olla, un saco de arroz y una especie de mazo mágico de madera (uchide no kozuchi).
  • Ebisu (恵比寿): dios de los pescadores, los comerciantes y el trabajo honrado. Se le representa con un pez en una mano y una caña de pescar en la otra.
  • Jurojin (寿老人): dios de la longevidad. Se le suele representar con barba blanca y bastón.
  • Fukurokuju (福禄寿): dios de la longevidad, la sabiduría y la virilidad. Se le representa como un anciano calvo de cabeza alargada, barba blanca y bastón.
  • Bishamonten (毘沙門天): dios guerrero, protector de la ley budista y jefe de los cuatro guardianes de Buda. Se le representa con armadura, una pagoda (edificio japonés) en una mano y una lanza en la otra.
  • Benzaiten (弁財天): diosa del conocimiento, el arte y la ciencia, la elocuencia y la belleza. Es la única mujer del grupo y se la suele representar con una biwa (instrumento de cuerda japonés) y una serpiente a su lado.

El origen de estos siete dioses es un buen ejemplo de la mezcla de religiones que conviven en Japón. De hecho, sólo Ebisu es una deidad japonesa de origen sintoísta. Daikokuten, Bishamonten y Benzaiten tienen su origen en la religión hindú, mientras que Hotei, Jurojin y Fukurokuju proceden de las religiones budista y taoísta de China.

Kit Kat, la chocolatina que más triunfa

kit kat japonés

Sí, has leído bien, hablamos de la famosa chocolatina Kit Kat, la que compras en la máquina expendedora que hay junto a la cafetera de tu oficina. En España sólo existen dos o tres sabores, pero en Japón hay cientos, como los famosos Kit Kat con té matcha, boniato, flor de cerezo o salsa de soja. ¿Qué tiene que ver este dulce chocolate con esta lista de amuletos japoneses?

En Japón, el nombre de esta marca se pronuncia "kitto katto" y se parece mucho a la expresión japonesa "kitto katsu", que podría traducirse como "triunfar siempre". Esta expresión la utilizan a menudo los estudiantes antes de un examen, como nosotros decimos "buena suerte" o "mucha mi****". Cuando llegó a Japón, la marca Kit Kat utilizó esta similitud en sus campañas publicitarias para establecerse como "la chocolatina de la suerte". Y fue todo un éxito. La excelencia en los estudios es muy importante en Japón, y en esta cultura llena de supersticiones, la chocolatina no tuvo ningún problema en convertirse en un pequeño amuleto de la buena suerte a los ojos de los japoneses, el regalo perfecto para hacer a un estudiante antes de un examen.

regala una caja de snacks japoneses

¿Te sorprende esta historia? Bueno, no es la primera vez que una marca utiliza la estrategia de marketing para implantarse en la cultura japonesa. Desde los años 70, la comida tradicional de Navidad en Japón es sinónimo de KFC para la gran mayoría de los japoneses.

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